30 noviembre 2015

Quiero llamar a la psicóloga de mi tía, pero no logro qué decirle.

"Todos los días se aprende algo nuevo"; dijo toda la gente que habita en el universo. Todos los días yo aprendo a olvidarte un poco más, a dejar de pensar tanto en vos y tus defectos convertidos en monumentos imaginarios; hechos de recuerdos modificados con el fin de magnificarte. Cada día aprendo a vivir sin el sabor de un helado de melón, ese que comimos en el Barrio Chino cerca de tu casa, bueno mi casa, bueno nuestra casita imaginaria. 

Me pasó varias veces que pasé recordándote por lapsos muy seguidos. Pensé en vos una vez mientras comía frutos rojos, otra mientras recorría el salón de mi colegio, sola, campante; con esa enagua de cuadros que tanto te gustaba. La otra vez que pensé en vos, fue cuando volvía a mi casa, y comenzó a llover, y se me olvidaba la vez que te pensé mientras él se despedía de mí y me decía que le gustaba el sabor de mis labios vainilla, ahí te pensé mucho. 

Después de un tiempo, las cosas pasan, los viajes continúan, bueno, todo en la vida continúa sin dejarnos tiempo para observarla aunque sea un poquito. 

No sé realmente si debería estar escribiendo esto, creo que al hacerlo pienso en vos y esa no es la idea. Mi tía me dijo que podía ir con su psicóloga, es muy buena y le ayudó mucho con la separación que tuvo con mi tío, pero no sé si a mi corta edad una psicóloga me crea lo suficientemente capaz de amar sin medida, lo cual es verdad, te amé irracionalmente hasta decir basta mil veces multiplicado por las veces que sea necesario para que se vuelva la verdad más absoluta de todas. Igual y creo que voy a ir en algún momento, quizás y así dejo de escribir todo esto y me enfoco en la vida prometida en la que me visualizaba a los nueve y eché a la tangente a los dieciséis. 

Sabés que lo que digo es medio mentira también, nunca aprendí a reconocer lo que verdaderamente quiero, quizás y lo que necesito es otra cosa, a lo mejor y nunca me gustaste y si te pienso es porque ya no te tengo y no tenerte me hacer quererte todavía más, porque como dijo toda esa gente que habita en el universo; "uno siempre quiere lo que no tiene". Lo complicado acá es que cómo sé yo qué es lo que tengo para empezar a quererlo mucho cuando ya no lo tengo? Es raro, la vida misma es un misterio que nunca se resuelve, porque el tiempo no da para que la resolvamos y ella tampoco busca ser resuelta, solo jugar con nosotros a su antojo, como jugaste vos conmigo. 

En fin, lo único que sé es que poco a poco voy a dejar de pensar tanto en vos y un día, cuando ya no te piense, me vas a extrañar mucho, porque como dijo toda esa gente que habita en el universo "uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde"