21 enero 2017

Alguna vez te quisieron de verdad

Hace cuatro meses y doce días que mis días no son días y mis noches, como verás, se vuelven días. 

Paso espiándote en Whatsapp para ver si esa palabrita anglosajona salta a relucir al lado de tu nombre, qué lindo nombre que tenés por la putísima. 

Me duele el corazón.

Los lugares a los que íbamos, bueno, yo ya no los frecuento más, me duele "acá" cuando pienso en ellos.

No me meto a tu Instagram a ver qué estás haciendo porque te conozco y sé que a lo mucho subiste dos fotos desde que dejamos de hablar y eso me hace pensar que de verdad la estás pasando bien. 

Tiendo a suprimir tu ausencia viendo series en la televisión, preferiblemente si son dobladas al español, diez puntos extra si son de los 90. 

Si pudiese te llamaría en este momento y te pediría que, por favor, me devolvieras todos los juegos de mesa que dejé en tu casa, pero igual con nadie puedo jugarlos y con los que sí, no harían más que preguntarme por vos. ¿Por qué todos quieren saber de vos? Todos menos yo, yo no quiero saber cómo estás, pero ¿Cómo estás? 

Te extraño más por las tardes que por las noches. 

Tengo aún el libro que me prestaste y a veces pienso en vos cuando veo todos esos apuntes que le hiciste al ladito de cada página y el subrayado con marcador rosa. 

Te extraño en las noches también.

Aun no borro nuestra última conversación. Me gusta ver de vez en cuando ese último "te quiero, Lu". Quiero creer que aún lo pensás, que aún me lo dirías sin titubear. Yo también te quiero. No lo puse en ese último mensaje, pero no por eso no lo siento. 

Quisiera que nos topáramos en algún centro comercial, que estuvieras de la mano con alguna nueva novia y que me la presentés amablemente, pero que después de saludarnos, una vez en tu casa, consumido por la soledad, pensés en que ella nunca va a ser como yo, que ella no soy yo, pero que ese es, curiosamente, su mejor atributo. Ella no soy yo.

Te extraño cuando me levanto. 

Sé que en un tiempo voy a estar mejor, me lo dicen las miles de frases que veo en internet todos los días. Las mismas que mis amigas me mandan seguidas por un "Fuerza amiga, es un tipo más", sí, sos un tipo más, mi tipo favorito, el más lindo de todos los tipos.

Me gustaría que, me enviaras un mensaje invitándome a tu casa.  No iría igual, digo, si me lo mandás en este momento, estoy en casa, con una pijama que no es bonita, no me lavé el pelo hoy, además tendría que pensar en qué ponerme. Te diría, "hola, me gustaría que nos viésemos pero hoy no es el día,  me cortaron muy mal el pelo, chau". Entonces vos te recordarías el porqué no estás más con una persona que ronda sus 26 pero con actitudes de muy 17.